martes, 13 de noviembre de 2012

LA REFORMA Y SUS PRINCIPIOS

El 31 de octubre de 1517, un monje agustino alemán llamado Martín Lutero, clavó en la puerta de la iglesia de Wittenberg un documento que contenía 95 tesis. Con las mismas pretendía provocar un debate académico sobre las indulgencias. Lutero veía en ellas graves peligros para los cristianos. Se adquirían con dinero y alejaban al hombre del verdadero arrepentimiento por el pecado. Además, concedían una falsa seguridad, al no acercar al pecador directamente a Cristo para la obtención del perdón de los pecados. En vez de animar a las personas a ir a Cristo, y alcanzar solo por la fe en El, el perdón, gratuitamente, por la gracia de Dios, las indulgencias empujaban a las gentes a descansar en la iglesia y su jerarquía para lograr la salvación. Esta protesta de Lutero contra el abuso de las indulgencias se considera el comienzo de la Reforma Protestante. Todos los años por estas fechas las iglesias evangélicas acostumbran a recordar lo que representó la Reforma. Para hablar de los grandes principios o lemas de la Reforma del siglo XVI, Antonio Mazuecos me entrevistó para Tiempo de Esperanza, en el programa que se emitió los días 28 y 29 de octubre de este año. Espero que estas reflexiones sobre La Reforma puedan ser de ayuda para que podáis también redescubrir el sentido de aquel movimiento espiritual que fue la Reforma. Hemos dividido el programa en tres videos. Cada uno de ellos trata uno de los grandes principios o lemas de la Reforma. Solo la Biblia. Solo por Gracia y solo por Fe.

2 comentarios:

  1. La gran obra de Lutero fue desafiar al poder político y belicista que fue el Vaticano durante tantos siglos. Además, ofreció a los cristianos una nueva forma de entender la Religión. Concibo a este personaje histórico como un despertador de conciencias ya que fue capaz de enfrentarse al poder de Roma, omnipresente en la oscura Europa de su tiempo.

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    1. Una de las más preciosas biografías del reformador en castellano fue la publicada por otro alemán, llamado Federico Fliedner. Se publicó en Madrid en 1878 con este título "Martín Lutero". En la primera edición mexicana de 1949 se añadió un subtítulo: "Emancipador de la Conciencia". Y es que Lutero nos libera de toda atadura humana o religiosa. Solo puede haber un Señor de la conciencia y ese es Dios mismo. Y solo por su Palabra, la Biblia, podemos conocer a ese Dios; Aquel que libera la conciencia de todo lo que la esclaviza, para darle la verdadera libertad con la que Cristo nos hace libres.

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